El Caso Friosur
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Señora Directora:
En su editorial de este martes usted menciona el caso de la pesquera Friosur, que decidió traspasar 20% de su propiedad a sus trabajadores, como un ejemplo que contrasta con la percepción de que las empresas y el poder económico permanecen estáticos frente a los cambios sociales. Como usted señala, efectivamente distintos actores del mundo privado han venido trabajando en alternativas para que la actividad productiva tenga un positivo impacto social. Sin embargo, lo de Friosur va mucho más allá. Estamos frente a una empresa que hace años entendió la importancia de poner a los trabajadores como protagonistas de su actividad, construyendo relaciones de confianza, con una mirada de futuro que los incluye como socios estratégicos. Lo que hay detrás no es solo un acto de responsabilidad social, sino una manera diferente de concebir la empresa. Es de esperar que esta forma de entender la actividad empresarial se transforme en la regla, de manera que ejemplos como el de Friosur dejen de ser solo una excepción.
Nicolás Mena
Veedor concursal